miércoles, 18 de noviembre de 2015

El Mismo Veneno... El Odio.


Caminaban dos amigos por el desierto cuando, a punto de desfallecer, cuando encontraron una vasija mágica llena de un líquido extraño.
Sin pensárselo dos veces, antes que morir, bebieron del recipiente, calmando su sed.
No obstante, mientras se recuperaban, los ojos de ambos se entrecerraron llenos de suspicacia y de repente uno le echó en cara al otro que la religión que seguía era la causante de cientos de muertes a lo largo de la historia.
El otro hombre, en respuesta, replicó que había sido la raza y el país de su amigo quien había declarado la guerra al resto de la humanidad.
Así, mientras ambos exponían sus argumentos, se fueron llenando de violencia y separaron sus caminos, tragándoselos el desierto porque no supieron comprender que ninguna de sus razones era acertada ya que ambos habían sido intoxicados por el mismo veneno... el odio.




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