lunes, 24 de agosto de 2015

Amistad


Hace mucho tiempo vivió un derviche que tenía fama de ser muy sabio.
Cierto día, su único amigo, deseando vivir aventuras, quiso partir a lejanas tierras, pero cuando regresó, como se había hecho cristiano, le dio vergüenza confesárselo y decidió no ir a verlo.
No obstante, el derviche, sabiendo de su regreso, lo buscó por toda la ciudad y, al encontrarlo, lo abrazó fuertemente y le dijo:
- ¿Estás loco? No es tu religión la que me une a ti –
Sin embargo, al cabo de un tiempo, el amigo perdió toda su fortuna, su fama y su posición, y de la misma forma, dejó de ir a ver al derviche porque le daba vergüenza confesárselo.
No obstante, cuando el derviche se enteró, fue a su encuentro, lo sacudió y le dijo:
- ¿Estás loco? No es tu riqueza la que me une a ti –
De la misma manera, pasados unos meses, el hombre contrajo una enfermedad muy contagiosa y se encerró en casa.
No obstante, cuando el derviche se enteró, fue a visitarlo, lo atendió y, cuando estuvo curado, le dijo:
- ¿Estás loco? No es tu salud la que me une a ti –
Entonces el hombre, muy emocionado, cogió la mano del derviche y, mirándolo a los ojos, le preguntó:
- Oh amigo, si no es mi religión, ni mi riqueza, ni mi posición, ni mi salud ¿Qué es lo que te une a mí? –
Y el derviche le respondió:

- ¡Tú lo has dicho, amigo! Lo que me une a ti es la Amistad

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