domingo, 24 de abril de 2016

Cuando Bebas Agua, Recuerda Su Fuente.


Si tu comprensión espiritual es sólida, entonces estarás constantemente consciente de las sutilezas de la vida.
Si desperdicias tu concentración en entretenimientos menores y distracciones triviales, entonces nunca alcanzarás un nivel profundo de consciencia.
No son las dramáticas grandes celebraciones y los momentos heroicos en la vida las únicas ocasiones espirituales importantes.
Cada momento ordinario, cada pequeño detalle debería ser una celebración de tu comprensión personal.
Tu acto más nimio debería estar permeado de reverencia.
Uno de nuestros actos más básicos es tomar agua.
Sin ella, no podríamos sustentarnos.
El agua nos limpia, nos refresca, es un componente esencial de la mayoría de nuestros procesos biológicos.
Pero cuando la bebemos, ¿somos conscientes de lo que hace? ¿Pensamos en su fuente y en todos los esfuerzos que hicieron posible que tengamos este simple vaso de agua?
El ser espiritual significa no dar por sentado las cosas.
Muy por el contrario, recuerdas cómo todo lo que viene a ti calza en un esquema general.
Reconoces la cualidad preciosa de las cosas cotidianas.
Y mantienes la gratitud por ambos, lo bueno y lo malo en tu vida.

 

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