martes, 24 de noviembre de 2015

No Hay Más Tiempo Que El Ahora



Los caminos por los que nos lleva la vida no son apacibles ni por asomo.
Hay vaivenes:
la realidad de la vida muestra que la mayoría de las veces las cosas no suceden como esperamos. Cuando nos inundan los problemas nos quejamos, y a veces lloramos y gritamos "¡Lo que estoy haciendo es muy duro!".
Por sí mismo, eso no importa.
No importa, ¿pero qué beneficio podemos obtener si nos dedicamos a quejarnos o a regodearnos en la desgracia mientras intentamos vivir apartando la mirada de todo lo que no va como nosotros queremos?
Hacer eso no solucionará nada.
"Los otros no son yo", es decir, nadie puede ocupar mi lugar.
Solo puedo estar decidido a enfrentarme a todo lo que me ocurra y aceptarlo.
Al hacerlo, debemos tener en mente:
"Si yo no hago lo que tengo que hacer, ¿quién lo hará?".
La frase "no hay más tiempo que el ahora" nos enseña que nuestra vida es cuestión de "tiempo". Los segundos, los minutos y las horas que componen nuestra vida siguen cambiando y avanzando, sin poder volver atrás.
No existe el tiempo "otra vez".
Esta es la realidad de la impermanencia.
Siempre cambiante, no existe nada que permanezca fijo.
Y eso significa que nuestra vida no está garantizada para el siguiente momento.
No hay ni un segundo de nuestras vidas que podamos dedicar a entrenarnos o prepararnos.
Todos los momentos son reales y cruciales.
Vivir entendiendo la certeza del ahora ilumina nuestras vidas en varios aspectos importantes.
"No hay más tiempo que el ahora" nos enseña lo primero y lo más importante.
En nuestra vida, el arrepentimiento y la ansiedad se ciernen sobre nosotros.
"¿Qué hubiera pasado si lo hubiera hecho de aquella forma?", "¿Por qué no lo hice en ese momento?".
Nos arrepentimos de cosas de un pasado al que no podemos volver.
"¿Qué debo hacer si ocurre esto?".
Sentimos ansiedad por un futuro que todavía está por venir.
No podemos cambiar el pasado ni prever el futuro.
Todo el mundo lo sabe.
Sin embargo, a menudo nos embarga un sentimiento de arrepentimiento y ansiedad que no nos permite actuar libremente.
Es un hábito que compartimos todos los humanos.
Para evitar caer en este hábito, debemos concentrarnos en lo que debemos hacer ahora para no perder la oportunidad de hacerlo.
Lo único que podemos hacer es vivir el presente plenamente.
"Si ahora no, ¿cuándo?".
Eso es lo que significa "No hay más tiempo que el ahora".

Extracto "La vida Zen - Aprendiendo a vivir desde el Zen"
Rev. Hosho Kurata


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