miércoles, 8 de enero de 2014

El Joven Monje Zen Que No Era Capaz De Concentrarse.


Hay una historia de un señor de la guerra, que mientras visitaba a su viejo Maestro Zen, escuchó a un novicio lamentarse por que no era capaz de concentrarse.
"¿Podría resolver este problema por usted, Maestro?" -preguntó el señor de la guerra "¡Sí, por favor!" -contestó felizmente el maestro.
El señor de la guerra fue a por una taza y la llenó de agua hasta el borde.
Le pasó la taza al novicio y le dijo:
"Da vueltas al patio llevando esta taza de agua. Mientras lo haces, seis de mis mejores arqueros estarán listos para dispararte si derramas aunque sea solo una gota."
El novicio aprendió a concentrarse rápidamente.


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