lunes, 27 de enero de 2014

El Aprendiz De Ladrón

El hijo de un ladrón, viendo como su padre se hacía viejo, pensó:
“Si mi padre ya no puede mantener a la familia, ¿quién lo hará a partir de ahora sino yo? Debo aprender el oficio”
Comunicó la idea a su padre, y este dio su aprobación.
Una noche el padre llevó a su hijo a una gran mansión, se abrió paso por la valla exterior, abrió la puerta y le condujo hasta un gran cofre.
 -Métete dentro y elige las prendas de mejor calidad –le pidió.
En ese momento cerró la tapa y usó la llave para dejarle encerrado.
Después salió fuera y empezó a golpear la puerta de la entrada para despertar a toda la familia, mientras él huía.
Los habitantes de la mansión se dieron cuenta de que el ladrón había escapado.
El hijo, sin embargo, continuaba encerrado dentro del cofre, mortificándose por la incomprensible deslealtad de su padre, hasta que por fin decidió tratar de escapar.
Se le ocurrió comenzar hacer un ruido similar al roer de una rata y uno de los miembros de la casa, creyendo que las suntuosas ropas del interior podrían estar sufriendo daños, abrió la tapa.
 En ese momento el muchacho salió fuera como un rayo, al tiempo que de un soplido apagaba la lámpara.
Perseguido por el patio a oscuras cogió una enorme piedra y la arrojó a un pozo del camino.
Los criados creyeron que se había caído al interior y se quedaron alrededor tratando de prenderle antes de que se ahogara.
De esa forma pudo regresar a casa para protestar airadamente por la aventura que su padre le había obligado a correr.
-Antes de recriminarme, cuéntame cómo escapaste.
Después de escuchar su relato, el padre respondió satisfecho: -Muy bien, ya has aprendido el oficio.


Goso Hoyen

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